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Los productos químicos y la industria agroalimentaria están íntimamente ligados y por ello consideramos de interés conocer con más detalle la situación legislativa de estos productos. En la UE contamos con el marco legislativo sobre sustancias químicas más completo del mundo. La legislación existente garantiza a los ciudadanos comunitarios un elevado nivel de protección. No obstante, la UE trabaja de forma constante en la mejora permanente de la legislación aplicable.
La UE lleva décadas trabajando en la regulación en el ámbito de la química y en el marco de su política de evaluación permanente considera necesario reflexionar sobre la situación actual y cómo mejorar el marco legislativo para continuar protegiendo la salud humana y el medio ambiente frente a los efectos adversos de los productos químicos y a su vez contribuir al funcionamiento más eficaz del Mercado Único.
Es importante que la legislación proteja a los ciudadanos y los ecosistemas, además de fomentar la competitividad y la capacidad de innovación de la industria y las empresas de la UE.
Recientemente, 25 de junio de 2019, la Comisión Europea ha publicado la revisión del marco legislativo de la UE sobre productos químicos, dedicado a la legislación de la UE más relevante no cubierta por el REACH (Reglamento de registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas).
Los trabajos desarrollados han puesto el acento sobre las posibles mejoras que pueden aplicarse al marco legal de las sustancias químicas en la UE. Para ello se ha revisado la legislación con un enfoque múltiple, dado que no es lógico centrarse en una única legislación para este tipo de sustancias. Se han estudiado disposiciones legislativas tanto sobre productos químicos (clasificación, etiquetado y envasado), como para productos fitosanitarios y también para cosméticos.
Entre los aspectos más relevantes de la evaluación se observa que con la legislación vigente se ha conseguido reducir significativamente la exposición de los ciudadanos a productos químicos a través de la prohibición o la restricción de ciertas sustancias. Aunque se han mitigado los efectos perjudiciales, es necesario seguir trabajando para abordar otras cuestiones que afectan no sólo a los seres humanos, sino también al medio ambiente. Es necesario contar con un planteamiento sostenible para lograr en la medida de los posible el desarrollo de la “química verde”
Si bien se ha evaluado la situación legislativa para los productos químicos, también hay que considera que desde la UE también se ha apostado por actuaciones alternativas como la química verde y sostenible de forma complementaria a las medidas regulatorias.
En esta dirección se está propiciando un mayor desarrollo de investigación técnica y metodologías adecuadas para lograr producción química sostenible e innovación tecnológica en este campo.
En esta dirección la Unión Europea va a fomentar enfoques como la química verde y sostenible y las alternativas no químicas, y a que se incorporen elementos clave de dichos conceptos en la política de la UE en materia de productos químicos, tanto a través de medidas reglamentarias que refuercen especialmente los esfuerzos por encontrar alternativas a sustancias preocupantes como por medio de medidas no reglamentarias encaminadas a facilitar el desarrollo de soluciones seguras y sostenibles, tanto químicas como no químicas como, por ejemplo, la promoción de la economía circular no tóxica.
Es necesario que por parte de los Estados miembros y la Comisión se promueva la investigación técnica y el desarrollo de metodologías adecuadas, modelos empresariales basados en servicios y otros planteamientos de seguridad desde el diseño en toda la cadena de valor en el marco del proceso de innovación.
A modo de conclusión, debemos recordar que la química es muy necesaria, ello no quiere decir que en la medida de lo posible se trate de obtener productos químicos más sostenibles, es decir, a través de la «química verde».
Por otra parte, se ha observado que es fundamental una adecuada comunicación a todos los agentes sociales, ya que de esa forma podremos evitar situaciones próximas a la «quimiofobia». Es necesario que se valoren en su justa medida las ventajas de informar mejor a los consumidores y para ello hay que simplificar y racionalizar los procesos de evaluación de riesgos.
Si necesitas asesoramiento legal sobre estos temas, en AINIA contamos con un equipo de especialistas que pueden ayudarte a resolver cuestiones vinculadas a la aplicación e interpretación del ordenamiento jurídico de aplicación en los productos químicos. También puedes comentar este artículo en el grupo de legislación alimentaria en Linkedin.
José María Ferrer (407 artículos)
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