El análisis MOSH MOAH se ha convertido en una prioridad para la industria alimentaria europea. Su detección y control no solo representan un reto técnico, sino también un desafío regulatorio ante la futura legislación europea que establecerá límites máximos para estos compuestos. En este artículo vamos a explorar qué son, por qué nos preocupan y cuáles son las principales dificultades y herramientas disponibles para su control analítico.
Definición MOSH MOAH
Los hidrocarburos de aceites minerales (MOSH) constituyen una mezcla compleja de compuestos químicos derivados principalmente de la destilación y el refinado del petróleo, aunque también pueden producirse a partir del carbón, gas natural o biomasa. Su composición y comportamiento varían en función del origen y del grado de procesado del aceite mineral.
En el contexto del análisis MOSH MOAH, estos compuestos se clasifican en dos grandes grupos con propiedades químicas y toxicológicas diferenciadas:
Hidrocarburos saturados de aceite mineral (MOSH)
- Incluyen hidrocarburos de cadena abierta, principalmente parafinas ramificadas, y hidrocarburos cíclicos con al menos un anillo saturado, conocidos como naftenos.
- Son compuestos químicamente estables que pueden acumularse en tejidos grasos y órganos como el hígado, el bazo o el tejido adiposo.
- Aunque sus efectos a largo plazo aún no se conocen completamente, la EFSA recomienda su seguimiento continuo por su potencial bioacumulativo.
Hidrocarburos aromáticos de aceite mineral (MOAH)
- Se componen de hidrocarburos aromáticos altamente alquilados, con uno o varios anillos aromáticos.
- Los MOAH con tres o más anillos aromáticos han mostrado potencial genotóxico y carcinogénico, motivo por el que su detección mediante análisis MOSH MOAH es prioritaria en alimentos y materiales en contacto con alimentos.
- Los MOAH con uno o dos anillos aromáticos aún presentan incertidumbre toxicológica, por falta de datos concluyentes sobre su comportamiento biológico.
La actualización de la evaluación de riesgos de la EFSA (2023) confirma la necesidad de controlar y diferenciar las fracciones MOSH y MOAH en matrices alimentarias, no solo por su origen industrial o ambiental, sino también por las implicaciones sanitarias derivadas de su posible ingesta continuada.
Fuentes potenciales de contaminación MOSH MOAH
Los MOSH y MOAH pueden introducirse en los alimentos a través de diferentes rutas a lo largo de toda la cadena de producción, transformación y distribución. Estas vías de entrada hacen que su control resulte complejo.
Entre las fuentes más relevantes de contaminación por hidrocarburos minerales, se incluyen:
- Procesamiento de alimentos: lubricantes y aceites usados en maquinaria, agentes antiespumantes o ceras de recubrimiento aplicadas sobre frutas y verduras.
- Migración desde envases: papeles y cartones reciclados, tintas de impresión, ceras para impermeabilización o sacos de yute tratados con aceites minerales.
- Contaminación medioambiental: gases de escape de vehículos, partículas de neumáticos o contaminación de piensos y ecosistemas acuáticos.
- Prácticas agrícolas y almacenamiento: migración desde suelos o materiales contaminados, transporte en envases no adecuados o residuos de pesticidas y productos veterinarios.
Análisis MOSH MOAH: Alimentos principales
Los estudios de la EFSA (2023) y las alertas del sistema RASFF muestran que ciertos alimentos presentan mayor susceptibilidad a la contaminación. Los resultados del análisis MOSH MOAH revelan concentraciones más elevadas en:
- Aceites vegetales y grasas, principal fuente de exposición.
- Cereales y productos de panadería.
- Leguminosas, frutos secos, semillas oleaginosas y especias.
- Chocolate y derivados del cacao.
- Productos lácteos, platos preparados y aperitivos fritos.
- Alimentos para lactantes y pescado en conserva.
El seguimiento de alertas europeas evidencia que países como India, Pakistán, España o Alemania han sido origen frecuente de productos con niveles no conformes. En el caso español, la mayoría de las notificaciones recientes proceden de aceites de orujo y aceite de oliva, lo que confirma la necesidad de reforzar los controles preventivos.
Problemática del análisis mosh moah
El análisis MOSH MOAH presenta una elevada complejidad técnica debido a la naturaleza de las muestras y a la composición de los contaminantes. Los hidrocarburos de aceites minerales son mezclas con cientos de componentes de estructura similar, lo que dificulta su separación e identificación.
Entre las principales dificultades analíticas, destacan:
- Interferencias con compuestos naturales como terpenos, ceras, carotenoides o POSH (poliolefinas oligoméricas saturadas), que pueden provocar sobreestimaciones.
- Complejidad para distinguir entre MOSH y MOAH de origen natural, tecnológico o contaminante.
- Ausencia de marcadores inequívocos que permitan identificar el origen exacto de la contaminación.
Estas limitaciones hacen que los resultados deban interpretarse con cautela y, en muchos casos, complementarse con métodos confirmatorios de mayor precisión.
Herramientas de análisis mosh moah
Las técnicas más utilizadas actualmente en el análisis MOSH MOAH son LC-GC-FID y GC×GC-MS-FID, ambas empleadas para cuantificar y caracterizar las fracciones de hidrocarburos presentes en las muestras alimentarias.
LC-GC-FID (Cromatografía Líquida Acoplada a Cromatografía de Gases con Detección por Ionización de Llama)
Es el método de referencia más extendido. Permite determinar la fracción total de MOSH y MOAH en mg/kg de muestra. Sin embargo, presenta limitaciones notables:
- No permite separar completamente los compuestos individuales.
- Puede generar sobreestimaciones por interferencias naturales.
- Dificulta la identificación del origen real de la contaminación.
GC×GC-MS-FID (Cromatografía de Gases Bidimensional Acoplada a Espectrometría de Masas)
Esta técnica avanzada ofrece una mayor capacidad de separación y resolución. Permite:
- Diferenciar interferencias y reducir la sobreestimación de resultados.
- Identificar marcadores específicos de contaminación por aceites minerales, como el dibenzotiofeno (DBT) o el diisopropilnaftaleno (DIPN).
- Distinguir el número de anillos aromáticos en la fracción MOAH.
- Evaluar de forma más precisa el origen del contaminante y cuantificar su concentración real.
Por estas razones, GC×GC-MS-FID se considera actualmente una técnica confirmatoria esencial en el análisis MOSH MOAH, especialmente en el marco de investigaciones regulatorias y proyectos de diagnóstico avanzado.






