¿Qué son las microalgas?
Las microalgas son organismos fotosintéticos unicelulares que, al igual que las plantas, utilizan la luz solar para transformar el dióxido de carbono en biomasa. Se desarrollan tanto en medios acuáticos marinos como en aguas dulces.
- Son responsables de más del 50 % de la fotosíntesis global.
- Presentan una gran diversidad filogenética y funcional.
- Se consideran una alternativa prometedora en la producción de alimentos, ingredientes funcionales y bioenergía.
Su alto contenido en proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y compuestos antioxidantes convierte a las microalgas en un recurso de gran interés para la alimentación humana y animal.
¿Qué tipos de microalgas existen?
Existen miles de especies, aunque solo unas pocas se han explotado a nivel industrial. Entre las más conocidas destacan:
- Spirulina (Arthrospira): rica en proteínas, hierro y antioxidantes.
- Chlorella: contiene clorofila, vitaminas del grupo B y fibra dietética.
- Dunaliella salina: fuente de betacarotenos y provitamina A.
- Haematococcus pluvialis: destacada por su contenido en astaxantina, un potente antioxidante.
Cada especie presenta perfiles nutricionales y aplicaciones distintas, lo que permite su uso en múltiples sectores.
Beneficios de las microalgas
El interés creciente por los alimentos funcionales ha impulsado la investigación y aplicación de las microalgas debido a sus propiedades únicas. Entre los beneficios de las microalgas se encuentran:
- Alto valor nutricional: especialmente en proteínas completas y lípidos omega-3 (EPA y DHA).
- Propiedades antioxidantes e inmunomoduladoras, gracias a compuestos como ficocianinas, carotenoides o polisacáridos sulfatados.
- Aplicaciones nutracéuticas y cosméticas debido a su capacidad de captación de radicales libres.
- Potencial en dietas vegetarianas y veganas, por su aporte proteico no animal.
- Contribuyen a la sostenibilidad ambiental mediante la captura de CO₂.
¿Cómo podemos aumentar el consumo de microalgas en Europa?
Pese a su potencial, la aceptación de las microalgas en la dieta europea aún es limitada. Para promover su incorporación es necesario:
- Mejorar la percepción del consumidor, destacando su origen natural, propiedades de las microalgas y beneficios para la salud.
- Desarrollar nuevos formatos de consumo: snacks, bebidas, productos panificados o suplementos.
- Invertir en tecnología alimentaria que facilite su inclusión sin afectar el sabor o textura de los alimentos.
- Fortalecer la legislación europea sobre nuevos alimentos, facilitando la aprobación de más especies como ingredientes autorizados.
¿Cómo se pueden cultivar las microalgas?
El cultivo de microalgas puede realizarse en sistemas abiertos (raceways) o cerrados (fotobiorreactores), siendo los segundos más eficientes en términos de control ambiental y calidad del producto.
Condiciones necesarias para su desarrollo:
- Luz solar o artificial.
- Fuente de carbono (habitualmente CO₂).
- Nutrientes como nitrógeno, fósforo y oligoelementos.
- Control de pH, temperatura y salinidad.
Además, se están explorando técnicas innovadoras como el cultivo en aguas residuales, lo que permite combinar producción de biomasa con tratamientos medioambientales.
Aplicaciones de uso de las microalgas
Gracias a su versatilidad y elevado valor añadido, las microalgas están encontrando un número creciente de aplicaciones en sectores estratégicos. A continuación, se detallan algunos de los usos más relevantes:
- Industria alimentaria
Las microalgas se incorporan como ingredientes funcionales en productos como bebidas enriquecidas, panadería, snacks, pastas o barritas energéticas. Además, especies como Spirulina y Chlorella se comercializan en forma de suplementos nutricionales por su elevado contenido en proteínas y compuestos antioxidantes. También se emplean como base para el desarrollo de alternativas proteicas vegetales, en el marco de dietas sostenibles.
- Nutrición animal y acuicultura
En este ámbito, las microalgas se utilizan como aditivo en piensos para peces, mariscos y ganado, aportando ácidos grasos esenciales (EPA y DHA), carotenoides y otros bioactivos que mejoran la salud intestinal, la inmunidad y la calidad del producto final.
- Cosmética y dermofarmacia
El uso de extractos microalgales en productos cosméticos se ha incrementado notablemente. Ingredientes como la astaxantina (producida por Haematococcus pluvialis) se valoran por su actividad antioxidante y foto-protectora, mientras que polisacáridos y pigmentos naturales se integran en formulaciones hidratantes, antienvejecimiento y protectoras.
- Biotecnología energética y de materiales
Diversas líneas de investigación se centran en el aprovechamiento de las microalgas para la producción de biocombustibles, mediante la extracción de lípidos. Asimismo, su biomasa se explora como materia prima para el desarrollo de bioplásticos y materiales biodegradables, en línea con los principios de la economía circular.
- Tratamiento ambiental y biorrefinerías
Las microalgas pueden contribuir a la descontaminación de aguas residuales, mediante la absorción de nutrientes como nitrógeno y fósforo. Además, su capacidad para captar CO₂ atmosférico las convierte en aliadas clave en estrategias de mitigación del cambio climático.
Las microalgas constituyen una solución biotecnológica de gran versatilidad, capaz de dar respuesta a múltiples desafíos en ámbitos como la alimentación, la cosmética, la nutrición animal, el medioambiente y la bioenergía. Su cultivo eficiente y sostenible, junto con su aplicabilidad transversal, permite avanzar hacia un modelo productivo más saludable, funcional y alineado con los principios de la economía circular.