Es frecuente que en la época estival aumenten los casos de toxinfecciones alimentarias, entre ellas, las más habitual e importante numéricamente es la provocada por un microorganismo que conocemos como
1.¿Qué es la salmonella?
Se trata de un microorganismo que llega a los alimentos a través de las materias primas con las que cocinamos como son las aves de corral y los huevos. Éstas son el principal vehículo de entrada en nuestras cocinas.
2.¿Cómo se reproduce?
La temperatura y el tiempo influyen fundamentalmente es su reproducción: Entre 30 y 37 grados se producen las condiciones más favorables para que se reproduzcan y cuanto más tiempo esté en esas condiciones, más numerosa será su reproducción.
Sin embargo, a más de 60 grados no es posible su supervivencia, y a menos de 6 grados, no puede crecer.
3.¿Qué condiciones le son favorables?
El mayor número de casos de aparición de brotes de salmonella se da en la preparación doméstica de platos con huevo crudo o carne de ave poco cocida o cruda y en épocas de calor. Es el caso de salsas como la mayonesa, el ajoaceite, una tortilla donde el huevo no se ha cuajado suficiente, o incluso algún postre que lleve incorporado huevo sin cocer. Es en estos casos cuando hemos de extremar la precaución en casa, preparando estos alimentos con cuidado de no dejarlos fuera del frigorífico, y mucho más cuando hace calor y de ser escrupulosos con la higiene de los utensilios que usemos.
4.¿Cómo identificamos su intoxicación?
La infección se detecta horas después de la ingesta del alimento, a raíz de sentir náuseas, dolor abdominal, diarrea o fiebre. Si persiste, es recomendable acudir a un hospital para identificar su gravedad y determinar su tratamiento.
5.¿Cómo previene la industria alimentaria este tipo de problemas?
En las últimas décadas, la industria alimentaria ha puesto en marcha prácticas de prevención y medidas muy estrictas para que hoy podamos tener a nuestro alcance productos seguros aptos para su consumo en cualquier época del año, como es el caso de estas salsas, postres u otros platos hechos a base de huevo y derivados.
1. Control de la calidad y seguridad alimentaria de las materias primas que se utilizan.
2. Control del producto acabado a través de un plan de control en su producción
3. Diseño higiénico de las instalaciones y los equipos
4. Buenas prácticas de manipulación de los alimentos
5. Formulación de sus productos que mejora su conservación.
6. ¿Podemos estar seguros?
Además de que la industria somete sus productos a un control exhaustivo de calidad y seguridad alimentaria para prevenir posibles alertas, es importante que como consumidores hagamos caso con rigurosidad de las indicaciones de fecha de caducidad y consumo preferente así como sigamos las recomendaciones del fabricante en cuanto a la conservación del producto tanto cerrado como una vez abierto. Así podremos estar seguros de que el alimento que consumimos es seguro, y además de que mantiene sus propiedades tanto organolépticas como nutricionales.
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