La opinión del consumidor influye en el desarrollo de los productos por parte de las marcas de alimentación. Cómo lograr que alimentos como carne, pescado, lácteos, bombones, etc. que solemos consumir a diario tengan éxito en un mercado donde las preferencias y exigencias de nosotros los consumidores varían de forma constante ante gran variedad de oferta. ¿Cómo averiguar qué grado de diferencia o similitud, que no sea el precio o la marca, percibimos respecto a productos alimenticios similares?
Investigadores de centros de análisis y preferencias del consumidor como AINIA Consumer aplican las últimas técnicas para comprender nuestro comportamiento de consumo. Una de ellas es el Napping: se solicita a un grupo de personas que coloquen alimentos muy parecidos, sin conocer la marca, ni tan siquiera ver el envase, en una superficie en función del grado de similitud o de diferencia que perciben.
Esto lleva a los investigadores a identificar ciertas características comunes o diferencias de dichos productos, dando pistas para comprender qué nos mueve a los consumidores a agrupar las muestras y entender cómo nos guiamos a la hora de elegir un alimento parecido. Pero también sirve a la industria alimentaria para averiguar en qué diferencia el consumidor su producto del de la competencia o para innovar con el desarrollo de novedosos alimentos.
Ante alimentos muy similares, como la leche de soja, los consumidores nos guiamos principalmente por la textura (cremosidad, crujiente…) y el sabor (amargo, dulce, salado…).
En este video de TVE podeis ver en qué consiste:
El consumidor elige, y ahora también guia a la empresa en el desarrollo de productos
El consumidor se está convirtiendo en la pieza clave para desarrollar productos, entre ellos los alimenticios. Por eso, cada vez más, las empresas consultan a los consumidores para poder averiguar qué preferencias, gustos o comportamiento experimentan no solo de sus productos, sino de los de la competencia o de los posibles nuevos alimentos antes de lanzarlos al mercado.
Si bien, es el consumidor quien realiza la decisión de compra en base a sus preferencias, es necesario conocer las claves por las cuales nos guiamos a la hora de diferenciar y escoger un producto en vez de otro similar (no por el precio o la marca) o los atributos sensoriales del mismo.
Así, la opinión de los consumidores, se tendrá muy en cuenta en el proceso de desarrollo de toda la cadena del alimento, desde la formulación de la leche de soja por ejemplo, hasta su presentación y posterior comercialización. Esto permite a las empresas sacar al mercado alimentos más adaptados a nuestros gustos.