En los últimos meses se está intensificando el debate sobre el uso o no del Bisfenol A en el sector de la alimentación y de sus posibles efectos sobre la salud. Recientemente, se han planteado dudas sobre su inocuidad, aunque no forma parte de la lista de los compuestos más tóxicos se encuentra en numerosos envases alimentarios. Por eso, su uso está en constante evaluación y la comunidad científica exige a las autoridades sanitarias se guíen por el principio de precaución.
La EFSA partiendo de este principio de precaución prohibió su uso en artículos como los biberones. Por oto lado, Francia prohíbe su uso desde este año en envases alimentarios destinados a menores de tres años y a partir de 2014 a todos los envases.
Se prevé que para finales del año la EFSA publique un dictamen sobre el Bisfenol A. este dictamen estaba previsto que se publicara en mayo. Con esta ampliación, EFSA pretende que los expertos científicos que trabajan en la elaboración de la opinión, tengan mayor capacidad para considerar los resultados de los nuevos trabajos científicos para completar la evaluación del riesgo de esta sustancia.
El Bisfenol A, es un producto químico que se utiliza desde hace muchos años como componente para la fabricación de plástico rígido que se suele usar para fabricar envases de alimentos como, por ejemplo, botellas retornables de bebidas, vajilla y recipientes. Su uso también se destina para producir resinas epoxi-fenólicas que a su vez se utilizan en recubrimientos y revestimientos de conservas y depósitos de alimentos y bebidas.
Como sucede en todos los materiales que entran en contacto con los alimentos, pequeñas cantidades de esta sustancia pueden migrar del plástico o del recubrimiento de resina a los alimentos y bebidas.
Ante esta preocupación, centros tecnológicos como ainia trabajan desde hace tiempo en investigaciones que permitan dar soluciones innovadoras en torno a dos pilares fundamentales:
ainia trabaja en ver la correlación en cuanto a los resultados que se obtienen empleando simulantes de alimentos en condiciones tiempo/temperatura normalizadas y la migración producida en alimentos envasados y tratados en condiciones reales.
A raíz de la prohibición en Francia, las empresas alimentarias están alerta por si se extendiese en el resto de Europa, se está innovando en la búsqueda de sustitutos de este tipo de recubrimientos por ejemplo en envases metálicos de conservas.
Una solución se dirige al desarrollo de nuevos envases y la búsqueda de alternativas, por ejemplo el uso de otros materiales que eviten las migraciones de las latas o materiales metálicos a los alimentos.
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