Los microorganismos no solo actúan cómo agentes productores de medicamentos y principios activos, sino también como herramientas biotecnológicas que permiten avanzar hacia una producción más sostenible, eficiente y segura. Gracias a ellos se pueden obtener antibióticos, vacunas, vitaminas, enzimas terapéuticas y muchos otros compuestos bioactivos.
Importancia de la microbiología en la industria farmacéutica
La microbiología farmacéutica se puede definir como la parte de la microbiología que abarca desde la fabricación y control de calidad de los productos farmacéuticos hasta el funcionamiento del mecanismo de acción de éstos.
El conocimiento profundo de bacterias, levaduras, hongos y virus permite:
- Producir principios activos mediante procesos biotecnológicos (fermentación, expresión genética, cultivo celular).
- Controlar contaminaciones y garantizar la esterilidad en medicamentos inyectables o de uso tópico.
- Desarrollar vacunas, probióticos y terapias avanzadas como la terapia génica o celular.
- Reducir el uso de síntesis química contaminante, apostando por rutas biológicas más limpias y selectivas.
Esta importancia se ha acentuado en los últimos años con el auge de la biotecnología, la biología sintética y las herramientas de edición génica como CRISPR, que permiten diseñar microorganismos adaptados a necesidades industriales específicas.
Microorganismos más eficaces de la industria farmacéutica
Diversas especies microbianas han demostrado ser altamente eficaces como biofactorías para la producción de ingredientes activos:
- Escherichia coli (E. coli): ampliamente utilizada para la producción de proteínas recombinantes, como insulina o factores de crecimiento. Su manipulación genética es sencilla y permite altas productividades.
- Saccharomyces cerevisiae (levadura de la cerveza): se emplea tanto en la producción de etanol como en la expresión de proteínas terapéuticas. Es un organismo modelo en biotecnología industrial.
- Streptomyces spp.: bacterias del suelo responsables de la producción de numerosos antibióticos como estreptomicina, eritromicina o tetraciclinas.
- Bacillus subtilis: se utiliza para la producción de enzimas y vacunas. Su capacidad para secretar proteínas directamente al medio de cultivo facilita su purificación.
- Microalgas y cianobacterias: fuentes de compuestos bioactivos con aplicaciones antioxidantes, antiinflamatorias o inmunomoduladoras.
- Hongos filamentosos (Aspergillus, Penicillium): clave en la producción industrial de antibióticos, ácidos orgánicos (como ácido cítrico) y enzimas.
I+D+I en la industria farmacéutica: Obtención sostenible de ingredientes activos
La sostenibilidad y la eficiencia económica son ejes centrales en la innovación de ingredientes farmacéuticos. Existen técnicas que tienen un enfoque integral al combinar biotecnología avanzada con tecnologías de extracción verde para producir APIs respetuosos con el medio ambiente.
Extracción con CO₂ supercrítico (ALTEX)
La tecnología ALTEX, basada en dióxido de carbono supercrítico, ofrece una extracción limpia de principios activos:
- El CO₂ actúa como solvente reciclable y no tóxico, eliminando residuos ambientales y reduciendo el consumo de disolventes orgánicos
- Opera a bajas temperaturas, lo que protege moléculas termo-sensibles, y puede eliminar pesticidas, grasas y contaminantes en una sola etapa .
- AINIA cuenta con capacidad desde piloto (20 L) hasta planta industrial (1 000 L), cumpliendo certificaciones ECO y de buenas prácticas de fabricación.



