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La pandemia de la COVID-19 ha acelerado algunos cambios en los hábitos de compra y consumo que ya se venían produciendo estos últimos años. Las empresas del sector alimentario se enfrentan a nuevos retos para adaptarse a las incipientes costumbres alimenticias de los consumidores aceleradas por la pandemia. ¿Cómo serán a partir de ahora las necesidades del consumidor de productos frescos? ¿A qué retos se enfrentan las empresas del sector?
Según un estudio realizado por AINIA Consumer en febrero de 2021, con una muestra de más de 3.000 consumidores, estos declaran que actualmente el 50% de su cesta de la compra se compone de productos frescos.
Según los últimos datos de consumo de alimentos del MAPAMA, la evolución en el consumo de frescos ha sido positiva en el diferencial de julio de 2019 a junio de 2020. El consumo per cápita ha aumentado en carne fresca (+26,03%), pescado fresco (+14,63%), huevos (+15,85), hortalizas frescas (+9,20%) y frutas frescas (+3,32%). Esto a pesar del incremento de precios de este último año que ha supuesto, al mismo tiempo, un mayor gasto por habitante en cada una de las categorías antes mencionadas.
Este incremento del consumo de productos frescos está alineado con la necesidad del consumidor de cuidar su salud a través de la alimentación. Lo natural se asocia a saludable. Tras superar los inicios de la crisis del coronavirus, esta tendencia se ha acrecentado debido al interés de los consumidores por productos que les aporten beneficios funcionales para mejorar el sistema inmunológico. Según el estudio de AINIA Consumer realizado en febrero, los consumidores desearían consumir más productos frescos de lo que la hacen actualmente. Además, frutas, hortalizas, verduras y huevos se encuentran entre los alimentos que se consumen con mayor frecuencia en los hogares españoles.
El consumidor cada vez está más preocupado por aspectos que antes no eran demasiado relevantes para él. La crisis del coronavirus ha acelerado un cambio en los drives de compra de frescos que ya se venía produciendo en tiempos pre-pandemia. Los consumidores buscan productos saludables, conscientes de la importancia que tiene la alimentación para su salud. La preocupación por consumir productos que mejoren el sistema inmunitario se ha acelerado por la intranquilidad de contraer enfermedades o por el interés cuidar del organismo. Los productos de proximidad se ganan la confianza del consumidor gracias a la identificación que este hace de ellos, según el estudio de AINIA Consumer, como:
Productos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente
La tendencia hacia lo natural y el consumo de alimentos saludables está cada vez más presente en las decisiones de compra. Otro cambio que se ha acelerado por la conciencia de los consumidores de un cambio de rumbo en la sostenibilidad del planeta, tras el impacto que ha supuesto la pandemia del coronavirus para nuestras sociedades, es la de sistemas de producción y productos sostenibles. Las nuevas generaciones de consumidores trasladan este interés a la compra de alimentos. Los productos cercanos se aprecian como más sostenibles y respetuosos con el medioambiente. Este valor añadido del producto de proximidad hace que el precio no se perciba como una barrera. Los consumidores están dispuestos a pagar un poco más por productos que les den confianza, sean cercanos, de calidad y elaborados de manera sostenible.
Productos cercanos/de proximidad, de confianza y de calidad
El apoyo al comercio local también es uno de los drivers que afectan a la decisión de compra de alimentos. Las consecuencias económicas provocadas por la crisis del coronavirus han afectado duramente al comercio local, y los consumidores son conscientes de ello. La compra de productos de proximidad para los consumidores es un acto de responsabilidad social, que unida a la preocupación por la sostenibilidad hacen que el consumidor busque cada vez más: productos cercanos y de confianza, de los que conozca su origen y que sean de calidad.
El reto para las empresas de alimentación de frescos es lograr que sus productos se identifiquen con cercanía, sostenibilidad y producto natural de calidad, lo que genera confianza. La producción en masa, los largos recorridos que tienen que hacer los alimentos hasta su llegada al establecimiento de compra y su paso por cámaras frigoríficas para su mantenimiento, son factores que hacen que el consumidor los perciba como un producto “lejano” y de menor calidad que el producto de proximidad. Invocar a recetas y productos tradicionales, con ingredientes naturales y de proximidad, que se identifican con productos con gran sabor y de calidad, también son mensajes que se hacen necesarios para alcanzar la apertura del consumidor en la decisión de compra. Los productos de siempre, de “toda la vida”, son vistos como productos más saludables, de gran calidad, además de socialmente responsables.
El consumidor actual, es un consumidor omnicanal. La entrada de los e-commerce en el “escenario de juego” suponen un handicap para las empresas del sector de la alimentación, especialmente para los productos frescos. Uno de los retos a los que se enfrentan las empresas del sector de los frescos es a ganar de manera progresiva cuota de mercado en este canal.
Si bien todavía existe, por parte de los consumidores, cierta desconfianza en la compra online de productos frescos, la venta de estos se ha ido incrementando ligeramente en los últimos años y se espera que esta tendencia continúe al alza. Algunas de las principales barreras son el miedo a que el fresco no llegue al domicilio en óptimas condiciones o la desconfianza hacia al origen del producto, además de que, por el momento, la mayoría de los consumidores prefieren productos de proximidad.
Sí bien es cierto que los frescos están aumentando su cuota de mercado en las tiendas tradicionales, debido principalmente a la identificación del comercio local con cercanía, calidad y confianza, la tendencia a realizar compras online, acrecentada por el confinamiento, ha venido para quedarse.
En AINIA Consumer ofrecemos un servicio de investigación de mercados para la innovación que, haciendo uso de técnicas propias focalizadas en el análisis del comportamiento del consumidor, facilita a nuestros clientes la toma de decisiones en relación al diseño, mejora o comercialización de sus productos.
Ofrecemos una solución integral Consumer Focus para el proceso de innovación, que representa la suma de todas las capacidades de AINIA; entre ellas, investigación de mercados, desarrollo de nuevos productos, etiquetado y legislación alimentaria, diseño de envases, análisis y ensayos, test de consumidores…
Transformamos la información en conocimiento para que, desde la Investigación de Mercados para la Innovación, y una estrategia Consumer Focus, ayude a nuestros clientes en la toma de decisiones.
Jesús Martínez (20 artículos)
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