Los meses estivales son una época especialmente crítica para la seguridad alimentaria: las altas temperaturas favorecen el desarrollo de microorganismos. Extremar las precauciones en la manipulación y conservación de alimentos en verano es necesario. Te damos las claves en este artículo.
Los riesgos del verano
El calor incrementa el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias. Las temperaturas inadecuadas en la conservación, las manipulaciones incorrectas, la cocción insuficiente de los alimentos o la falta de limpieza e higiene son los principales factores que pueden dar lugar a la contaminación de un alimento y, consecuentemente, de las intoxicaciones y las infecciones alimentarias, habituales en la época estival.
Los consumidores tienen una importancia decisiva y su manera de conservar, almacenar, cocinar o manipular los alimentos determina en gran medida el buen o mal uso de los mismos. Saber qué hacer y cómo prevenir los riesgos es necesario.
Consejos de ainia para la preparación higiénica de alimentos
Desde ainia entendemos que nuestra labor divulgativa debe reforzarse en esta época. Así, siguiendo las Reglas de la Organización Mundial de la Salud para la preparación higiénica de los alimentos, recomendamos la adopción de una serie de precauciones sencillas sobre compra y almacenamiento de alimentos cuya aplicación puede evitar intoxicaciones o enfermedades:
Cuando compres alimentos…
• Elige el establecimiento donde se compran los alimentos por la higiene de sus instalaciones y la correcta manipulación por los profesionales que lo atienden.
• Comprueba que el envase del producto esté en perfectas condiciones, desechando aquellos que estén abollados, oxidados, abombados o deteriorados. Vigila las fechas de caducidad.
• Establece la secuencia de compra en función del tipo de alimento: Primero deben adquirirse los no perecederos, después los alimentos frescos y los últimos los alimentos congelados.
• Los alimentos perecederos deben estar expuestos en frigoríficos o congeladores.
• No lleves en la misma bolsa alimentos y productos de droguería.
Cuando almacenes los alimentos…
• No almacenes en espacios próximos comida humana, comida animal, ni artículos de limpieza.
• Al llegar a casa, el orden de almacenamiento de alimentos es a la inversa que el de compra: Primero se guardan los congelados, luego los alimentos frescos y en último lugar los no perecederos.
• No interrumpas la cadena de frío. Aquellos productos congelados que al llegar a casa se hayan descongelado, no se pueden volver a congelar.
• No introduzcas alimentos calientes en el frigorífico.
• Separa en el frigorífico los alimentos crudos de los cocidos. Es conveniente ubicar los cocidos en baldas superiores y los crudos en inferiores, para evitar goteos. Hay que permitir que en el frigorífico circule el aire entre los alimentos.
• No introduzcas en el frigorífico latas de conservas con restos del producto sobrante.
• Un alimento descongelado debe ser cocinado o consumido lo antes posible.
• En la despensa, los alimentos deben colocarse en estantes separados del suelo y deben evitarse riesgos como caídas, golpes, humedad o calor
Si seguimos estos sencillos consejos sobre compra y almacenamiento de alimentos podremos evitar intoxicaciones o enfermedades. En próximos artículos recomendaremos buenas prácticas en la cocina para evitar la contaminación de los alimentos que comemos.