El biogás se ha consolidado como una palanca clave de la economía circular: convierte subproductos en energía y abre la puerta a valorizar el digestato como fertilizante. Pero para que una planta de biogás sea realmente eficiente y cumpla con los criterios regulatorios, hay un indicador que marca la diferencia: el biogás residual. Sigue leyendo y descubre por qué su análisis es decisivo para optimizar la digestión anaerobia, reforzar la estabilidad del digestato y asegurar el éxito técnico del proyecto.
Garantizar el éxito de un proyecto de planta de biogás requiere una planificación integral que contemple aspectos técnicos, económicos, sociales y regulatorios. En el contexto actual, es fundamental aprovechar de manera eficiente los recursos para generar la mayor cantidad de energía posible. Además, transformar los subproductos en fertilizantes, contribuiría a una agricultura más sostenible. Así pues, conocer el biogás residual del digestato, además de ser un indicador de la eficiencia del proceso de digestión anaerobia, conlleva el poder emplear el digestato como fertilizante.
¿Qué es el biogás residual?
El biogás residual se define, de acuerdo con el Reglamento (UE) 2019/1009, como un indicador del gas liberado por un digerido en un período de 28 días, medido con respecto a los sólidos volátiles (SV) presentes en la muestra.
¿Qué implicación tiene el biogás residual sobre el uso del digestato como fertilizante?
En la normativa mencionada: Reglamento (UE) 2019/1009, se detallan las características obligatorias para el uso del digestato como fertilizante. En España, el digestato de las plantas de biogás se incluye en la categoría de materiales componentes 5 (CMC 5): digestato distinto del digestato de cultivos frescos.
Uno de los criterios de estabilidad que se detallan en la normativa citada es que cada una de las fracciones del digestato deben producir como máximo 250 L de biogás residual/Kg SV.
¿Qué diferencias existen con los ensayos de potencial de biometanización (BMP)?
Existen varias diferencias que contrastan los ensayos de biogás residual con los más comunes ensayos de potencial de biometanización, como el empleo de inóculo, los porcentajes de materia seca apropiados, así como los rangos de temperatura bajo los cuales llevar a cabo los tests.
En la Figura siguiente se muestra tanto la producción de biogás residual de un digerido bruto, como la producción de biogás máximo de un lodo de una estación depuradora de aguas residuales (EDAR).
Figura 1. Producción de biogás comparando entre el biogás residual de un digerido bruto, con respecto al potencial de biogás máximo producido por un lodo de EDAR.
Además, un factor clave y diferencial es que el ensayo de biogás residual sólo tiene sentido si se realiza sobre una muestra de digerido proveniente de la salida de plantas de biogás ya en funcionamiento o bien de un ensayo que simule las condiciones de una planta real (ensayo en semicontinuo).
¿Existe alguna recomendación para el muestreo del digestato para este tipo de análisis?
Con la finalidad de obtener la muestra más representativa de la planta, de acuerdo con la norma alemana VDI 4630:2016-11: “Fermentation of organic materials – Characterization of the substrate, sampling, collection of material data, fermentation tests”, se recomienda muestrear varias veces al día o durante varios días a la semana. Una vez realizado el muestreo, la muestra debe mantenerse en refrigeración para detener el proceso de degradación anaerobia.
El desarrollo de proyectos de biogás contempla varios puntos clave, entre ellos la realización de estudios preliminares a escala laboratorio que garanticen el éxito desde el punto de vista tecnológico. En AINIA, somos expertos en biogás y disponemos de una planta piloto equipada con la tecnología necesaria para realizar este tipo de ensayos.
En un contexto donde la rentabilidad, la sostenibilidad y el cumplimiento regulatorio deben ir de la mano, el análisis del biogás residual se convierte en una herramienta clave para maximizar el rendimiento de las plantas de biogás y garantizar la correcta valorización del digestato como fertilizante. Apostar por estudios rigurosos desde fases tempranas permite reducir riesgos y tomar decisiones basadas en datos. En AINIA acompañamos a las empresas en todo el ciclo del proyecto, aportando conocimiento experto, capacidades analíticas avanzadas y plantas piloto que permiten validar soluciones tecnológicas en condiciones reales, impulsando así proyectos de biogás más eficientes, sostenibles y alineados con la economía circular.




