El cáncer de piel es uno de los problemas de salud más preocupantes en todo el mundo, con el carcinoma basocelular y el melanoma como los principales tipos de cáncer cutáneos que afectan a la población. A pesar de los avances en la medicina y la tecnología, la detección temprana de estos tipos de cáncer sigue siendo un desafío importante. El procedimiento de diagnóstico dermatológico actual presenta limitaciones que afectan la eficiencia y la precisión en la detección, lo que a menudo conduce a diagnósticos tardíos y tratamientos más invasivos.
En la actualidad, existen diversas técnicas utilizadas en la detección temprana del cáncer de piel, que se dividen en dos categorías: no invasivas e invasivas. Entre las técnicas no invasivas se destaca la dermatoscopia, tanto manual como digital, que permite una observación detallada de las lesiones cutáneas. Sin embargo, esta técnica es subjetiva y puede depender del examinador, lo que a veces requiere biopsias para un diagnóstico definitivo. Además, este proceso implica una serie de pasos que incluyen programar una cita para la biopsia, realizar la extracción del tejido, y finalmente enviarlo a un laboratorio de anatomía patológica para su análisis. Los resultados de la biopsia a menudo tardan semanas en estar disponibles, lo que retrasa el diagnóstico y la intervención.
Tecnologías no invasivas para la detección del cáncer en piel
En el campo del diagnóstico dermatológico, se han desarrollado diversas tecnologías no invasivas, algunas de las cuales han demostrado un gran potencial para mejorar la detección del cáncer de piel. Estas tecnologías incluyen la microscopía confocal de reflectancia (RCM), la tomografía de coherencia óptica (OCT) y la recientemente desarrollada Line-field Confocal – Optical Coherence Tomography (LC-OCT). Todas ellas proporcionan imágenes en tiempo real con una alta resolución y una mayor profundidad de penetración en la piel, sin embargo, a pesar de estos avances, es importante destacar que ninguna de estas tecnologías ofrece resultados óptimos en la detección del melanoma en su totalidad.
Otra técnica no invasiva es la fotografía corporal total, que consiste en la toma de fotografías de toda la superficie corporal del paciente mediante un dispositivo acoplado a un ordenador. Con ello pueden detectar la aparición de lunares nuevos, susceptibles de ser malignos. El mapeo corporal completo sirve de complemento a la dermatoscopia digital, que consiste en la toma periódica de imágenes de la estructura de los lunares atípicos para hacer seguimiento y ver si se producen cambios. Todas estas técnicas representan avances prometedores en el diagnóstico del cáncer de piel, pero su adopción completa aún está en proceso de evaluación.
Herramienta inteligente para la exploración dermatológica en tiempo real y sin contacto
El proyecto AD-Derma surge de la necesidad de disponer de nuevas tecnologías que permitan mejorar los resultados en el diagnóstico del melanoma. En concreto, se ha desarrollado una herramienta inteligente para la exploración dermatológica que asiste en la detección y delimitación de los principales tipos de cáncer cutáneos en tiempo real y sin contacto. Además, introduce avances significativos en relación a la tecnología actual:
Diagnóstico simultáneo de carcinoma basocelular y melanoma: Una de las contribuciones más destacadas consiste en la capacidad de llevar a cabo el diagnóstico de carcinoma basocelular y melanoma de manera simultánea y automatizada, lo que elimina la necesidad de emplear múltiples herramientas y procedimientos simplificando el proceso diagnóstico.
Caracterización de tejidos con alta resolución: Se dispone de una tecnología avanzada de sensores fotónicos que permite una caracterización detallada de los tejidos, logrando una alta resolución tanto espacial como espectral. Este enfoque mejora la precisión diagnóstica al evaluar múltiples aspectos de las lesiones cutáneas.
Automatización y robótica colaborativa: El dispositivo utiliza la robótica colaborativa y la realidad aumentada en 3D para llevar a cabo la exploración de los pacientes de manera rápida y sin necesidad de supervisión constante. Esta automatización agiliza el proceso diagnóstico y reduce la dependencia de personal médico altamente especializado.
Diagnóstico mediante inteligencia artificial: La tecnología desarrollada en este proyecto emplea algoritmos de inteligencia artificial para realizar una clasificación en tiempo real. Esto no solo acelera la detección del cáncer de piel, sino que también contribuye a una mayor precisión en el diagnóstico.
En definitiva, la solución desarrollada asistirá a los especialistas automatizando las exploraciones y digitalizando la zona afectada. De esa manera, contribuirá a la detección temprana de cáncer de piel, un factor decisivo en la curación de esta enfermedad. Además de las ventajas que ofrece en la fase de diagnóstico, el robot tendrá un potencial uso relevante en las cirugías, ya que, al ser capaz de delimitar la zona afectada en tiempo real, podrá ayudar a retirar en su totalidad el tejido tumoral sin necesidad de segundas intervenciones.
AINIA, Mercé V. Electromedicina y el IVO con un objetivo común: la detección temprana de cáncer de piel
El proyecto AD-derma ha sido realizado por AINIA, que aporta su conocimiento previo en el área de salud y diagnóstico mediante tecnologías fotónicas en el ámbito de la dermatología y su experiencia en el desarrollo y uso de tecnologías robóticas; y Mercé V. Electromedicina que, como empresa que provee productos y equipamiento médico de alta tecnología, conoce las necesidades del entorno médico, los requerimientos y certificaciones que debe cumplir un producto o dispositivo médico, y el funcionamiento la cadena de ventas y de suministro.
Además, se ha colaborado con el Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), donde el Dr Onofre Sanmartín coordina el estudio observacional para validar su eficacia con pacientes reales. Se trata de un proyecto que ha sido apoyado por la Agència Valenciana de la Innovació (AVI) en la línea de proyectos estratégicos en colaboración.