En el verano las ensaladas se convierten en platos estrella: frescas, saludables y recomendables en todas las dietas. Pero, ¿hay tiempo para preparar una buena ensalada variada? Esto supone comprar varias hortalizas y verduras, lavarlas, escurrirlas, pelarlas, trocearlas…Hoy es mucho más fácil. La industria alimentaria ofrece novedosas soluciones: las ensaladas preparadas y listas para consumir, son las llamadas ensaladas IV Gama. Y son muchas sus ventajas: duran más tiempo frescas (una media de 7 a 10 días envasadas), ofrecen una gran variedad (rúcula, lechuga, zanahoria, canónigo…), están limpias, troceadas, listas para consumir directamente, sin desperdiciar nada ni generar restos y están accesibles en cualquier supermercado. ¿Qué labor de innovación hay detrás de estos productos?
En verano no sólo nos preocupamos más por la dieta, si no que nos apetece comer ligero y sencillo. Una manera de hacerlo es apostando por alimentos saludables como la fruta y las verduras, muchos recurren a la ensalada que contribuye a hidratar el cuerpo y, además, es rica en vitaminas, minerales y fibra.
Gracias a la innovación, hoy resulta más cómodo que nunca el consumo de hortalizas y verduras, a través de la categoría de productos IV Gama, que la industria alimentaria ha puesto en el mercado. Se entiende por IV Gama las frutas y hortalizas frescas, limpias, troceadas y envasadas para su consumo, que puedes encontrar en bolsas o bandejas, con una fecha de caducidad en torno a los 7 días.
Pero, ¿qué hay detrás de una ensalada IV Gama?
Según Marina Serra, técnico del Departamento de Nuevos Productos de ainia, las hortalizas, vegetales o frutas una vez recolectadas, entran en un proceso parecido al tratamiento casero, pero a nivel industrial, donde se trocean, se limpian, se cortan, se lavan, se secan y se envasan. Pero, para que este proceso cumpla con criterios de calidad y seguridad alimentaria, y además, se adapte a las preferencias del consumidor, se necesitan tecnologías que ayuden a estos procesos.
Para cada uno de los criterios que intervienen en el proceso de producción de una ensalada IV gama, por ejemplo: el tipo de corte, la mezcla y variedad de lechugas a la hora de combinarse, la higiene, el envase más cómodo y atractivo, etc. hay un amplio trabajo de investigación de preferencias del consumidor y también de tecnologías. ¿Quieres saber qué hay detrás?
1. Selección de las variedades: Las tendencias de consumo se dirigen a buscar productos con gran variedad de hortalizas y vegetales. Pero ¿qué criterio se sigue al elegir la hortaliza para el producto? A parte de las preferencias del consumidor, se debe de tener en cuenta el tiempo que tarda cada variedad de hortaliza en oxidarse, por eso se utilizan hojas de pequeño tamaño para evitar cortarlas en exceso y dañar menos al producto, así se alarga más la conservación.
2. Mantener la calidad en el proceso: Cuanto más rápido sea el proceso de limpieza, corte y envasado mejor, pues menor será su deterioro sensorial (gusto, olfato, etc…), de aspecto y también en cuanto a sus propiedades nutricionales.
3. Controlar la higiene para garantizar la seguridad. Detectar en gran cantidad de hortalizas las materias que provienen del campo como piedras, tierra, insectos, etc. Los rayos láser o infrarrojo ayudan a detectar de forma precisa y rápida qué materiales no deberían estar ahí y hay que retirarlos.
4. El proceso de limpieza. Otro aspecto importante es lavar las hortalizas, aquí es importante que no queden restos de agua, que nos se dañe la materia prima o incluso que no quede excesivamente seca.
5. El envasado: Los envases tienen una función muy importante ya que son los que protegen al alimento colaborando para que éste se conserve mejor y durante más tiempo en buenas condiciones. Según Carlos Enguix, jefe del Departamento de envases de ainia, la tecnología es fundamental porque nos permite crear envases según necesidades del producto y el consumidor.
Un ejemplo: las hortalizas respiran, generan vapor de agua así que cómo lograr evitar el vaho dentro de la bolsa para que el consumidor vea con claridad el contenido de la bolsa. El milagro son los envases antivaho. Las tendencias de investigación de ainia se dirigen hacia los envases funcionales en el que se añaden aditivos naturales, por ejemplo antioxidantes, de modo que el envase ayude a aumentar su vida útil, quizá uno o dos días más.
Los productos IV Gama facilitan el consumo tanto de hortalizas como de frutas, -cada vez más habitual también en el mercado- respondiendo a la necesidad de incluir en nuestras dietas alimentos frescos, de alta calidad, sanos, seguros y que requieren poco tiempo de preparación, conservando además sus propiedades nutricionales originales.
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