Imagina que existiera bollería que no engorde, que te aporte sólo la cantidad, de azúcar que necesites. O, que puedan elaborarse alimentos que no nos hagan sufrir digestiones pesadas o dolores crónicos (para aquellos que padecen de enfermedades estomacales esto sería una buena noticia). Desde luego, la ciencia no deja de sorprendernos, quizá algún día existan estos alimentos…
Pero lo que no te vamos a pedir que imagines es un digestor artificial que nos permita ver la cantidad de nutrientes que absorbemos en la digestión… porque ya lo tenemos. Para ello trabajamos en ainia. Lo hemos llamado el digestor dinámico in Vitro. ¿Quieres saber cómo lo hemos logrado?
El resultado de un proceso
Llevamos trabajando en él desde 2005 cuando conseguimos nuestro primer hito: identificar métodos para averiguar la biodisponibilidad de los nutrientes. Pero eso sólo era el principio de la aventura: un año más tarde empezamos a encontrar sistemas capaces de simular las condiciones gastrointestinales. Con todo eso en la mochila, ya en 2007, iniciamos el proyecto y creamos el primer prototipo. Y hace dos años comenzamos con el desarrollo del digestor dinámico. Hoy, tenemos ya uno de los avances más importantes de España que cuenta con el apoyo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
¿Cómo funciona el digestor?
Esta es la parte más interesante. ¿Cómo funciona el digestor? Reproduce exactamente las condiciones naturales del tracto intestinal: temperatura, movimientos peristálticos, simulación del pH, incorporación de enzimas gastrointestinales, simulación del tiempo de tránsito intestinal, monitorización de jugos gástricos e intestinales, absorción de los nutrientes. En fin, nos permite ver todo el proceso de digestión y ver las diferentes fases por las que pasa el alimento.
¿Y por qué es necesario este invento?
El digestor surge en unos tiempos en los que, según los expertos, existe la tendencia por una nutrición óptima y adecuada. Buscamos dietas personalizadas. Aquí entra en juego el concepto de la nutrigenómica, es decir, dietas personalizadas adaptadas a la genética del individuo.
A partir de los resultados que nos dé el digestor podremos hacer nuevas formulaciones que nos permitan una mejor absorción de los nutrientes encaminadas a hacer nuestra dieta más saludable. Así, conseguiremos tener una dieta adaptada a la edad, el sexo, la actividad y la fisiología de cada persona. Además, gracias a él sabremos cómo influye en la absorción de los alimentos el grado de cocción.
Pero sobre todo, lo que el digestor nos permite es anticipar los efectos de los alimentos y conseguir mejores productos, mejores dietas y una mejor alimentación. Y en ainia creemos que en el I+D está la clave para conseguirlo.